In these bodies we will live, in these bodies we will die
Where you invest your love, you invest your life
Where you invest your love, you invest your life
Quiero oirlo. Quiero oir que soy un estado pasajero. Que "no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante".
"Oh, pequeño niñato adicto a la autocompasión, al dolor por el dolor. ¿Es en el fondo que eres puro inconformismo? Nunca serás suficiente para tí mismo..."
Eso es lo que realmente quisieron decir sus palabras, suaves, sutiles, pero firmes. Fueron un "date cuenta, chaval, porque estás conviertiéndote en tu propia mierda". Y su razón tenían. Rediós si la tenían.
Había una canción que venía a decir que vivimos en habitáculos demasiado pequeños para los sueños que tenemos. Quizá por eso mi mente evoca espacios mayores, maravillosos, intrigantes, relajantes, emocionantes... porque, puestos a vivir metidos en un zulo, yo al menos prefiero uno con vistas al monte y un suelo de calidad (un buen suelo siempre da caché). Quiero una tumba con estilo.
Y es que es un dilema, este que yo he tenido desde que tengo uso de razón verdadera (esa pedante que nos hace plantearnos cuestiones incómodas, existenciales, muy filosóficas y de gilipollas egocéntrico). Un dilema, decía. No sé si me es posible dejar esa parte de mí incapaz de afrontar la realidad, esa que tiene una gran película en multitud de idiomas y escenarios, con grandes historias y grandes personajes. Porque es bastante probable que no sea sólo una parte de mí, y que sea yo mismo.
Existe la posibilidad de que realmente no me apetezca intentar ser eso. Total, siempre he tenido buena imaginación. Es un tanto complicado de entender hasta para mí. Porque si hay algo que tengo claro es que por encima de introspectivo soy vago. Igual eso de ser introspectivo no es más que una forma de holgazanería para seres reflexivos.
Tengo una explicación sobre mí mismo que es la que más quiero que me convenza (a ver si a base de auto-persuasión consigo que sea realidad): resulta que soy un estúpido impaciente e ingrato que quiere lo que quiere ya, y no se conforma precisamente con nimiedades. Quiero esas sensaciones, lograr esas metas, pero los trámites que hay entre medias me resultan insoportables. Eso me daría la explicación el grado de conexión que tengo con la música; me da lo que quiero cuando lo quiero. Creo que soy empático con la mayoría de personas / cosas excepto conmigo mismo. Qué putada.
También he observado la opción de dejar de plantearse estupideces sobre la propia vida de uno, y buscarse una vida de verdad. Qué se yo, a ver si algún día empiezo a vencerme, que todo el mundo tiene frustraciones y eso de sentirse especial por tenerlas más grandes es como la sensación que debe tener Nacho Vidal entre un montón de científicos. Já, vosotros sois inteligentes, interesantes, trabajadores, pero yooooo la tengo inmensa!
Dios cómo he desvariado. 2:39 am, y el tonillo ese característico de Mumford & Sons me produce picor general y agarrotamiento en el pecho. O podría ser la alergia. pero ya decía yo que tenía mucha imaginación.
No sé si era tu intención, pero me transmites mucho sarcasmo y mucho humor, ésa es una buena forma de afrontar las cosas, riendose de uno mismo!
ResponderEliminarCreo que lo que describes que te pasa es un sentimiento más generalizado de lo que crees; de hecho yo me siento así las 24h del día, pero pensaba que era mi culpa por ser un bicho raro, así que, aunque esté feo, algo de alivio me ha dado leer que puede que sea algo más normal de lo que creía (o quizá es que Dios los cría y ellos se juntan, y entonces lo que en realidad ocurre es que somos un par de bichos raros).
Yo creo que este sentimiento se intensifica y remite, va por rachas, y hay que combatirlo, porque como dices hay que buscarse una vida, y dejar de imaginarla.