Razonar, reflexionar, pensar.
Justificar, vislumbrar, imaginar.
Sugerir, para que otros sugieran.
Al entrar en mi carrera, todo el tema del arte contemporáneo me sonaba a cuento chino, para vender, en el que unos cuantos snobs pedantes encumbrados a base de gilipolleces se sentían por encima de los pobres, ignorantes, incultos y profanos mortales.
Y lo sigo pensando, pero hay algo que debemos reconocerles: han sido lo suficientemente listos como para ganarse la vida gracias a nuestras palabras, a nuestro rechazo.
Porque las personas somos morbosas y curiosas por naturaleza, eso nadie puede negarlo. Qué hay de malo, entonces, en alentar nuestra curiosidad, en alimentar nuestra imaginación. ¿No es dar esperanza, hacer que cada uno invente un significado para algo? ¿No es una de las máximas expresiones de libertad? Qué bonito es hacer reir a una persona durante cinco minutos. O permitir a un abuelo enseñarte a hacer un nudo. O darle a dos señoras tema de conversación para una hora delante de un café.
Qué es posible hacer, qué no lo es; qué se puede conseguir trabajando y esforzándote en algo, aunque no sepas muy bien qué es. Rechazo, intolerancia, y torbas miradas; risas, aprobación, miradas risueñas y curiosas, niños saltando y tirando telas. ¡Una horrorosa tela naranja de nylon del malo!
Muchos leones fieros han tratado de mordernos en un flanco equivocado. Esto no es arte, ni me considero un artista por haber colgado cuatro telas... pero, ¿a que queda chulo?
Ni tú ni yo decidimos qué es arte. O, mejor dicho, es una percepción personal e intransferible. En esto, yo vi una expresión de muro de separación que debe ser roto, movido y atravesado. Otro vio una reivindicación del trabajo de un grupo de funcionarios. Otro vio adornos navideños. Y tú te quejaste de la juventud de hoy día, que hace el imbécil.
A mí me parece bien, ¿y a ti? Me gusta que se opine. Me gusta opinar. Y aprender, y hacer cosas. No me gustan el inmovilismo ni el escepticismo como base. No me gustan las clases magistrales, carentes curiosamente de dicho gran maestro, ni los adoctrinamientos.
Es un proyecto, con nudos, cuerdas y telas, pero un proyecto. Es espacio, y juega con la luz. Para mí, es Arquitectura. Es un experimento, es un intento de evolucionar, hacer pensar y simplemente entretener... Puede ser una gran mierda. Puede ser una chorrada. Pero no me corresponde a mí juzgarlo, sólo doy la posibilidad de pensar en ello. ¡Qué gran crimen!
Puntos de vista existen tantos como personas hay en el mundo.
ResponderEliminarEs muy fácil quedarse parado y criticarlo todo. Incluso es muy fácil decir que todo te parece bien y cruzar los brazos.
Pero los que tienen realmente valor son los que se atreven a imaginar, a innovar, a crear, a soñar, en definitiva, los que se mueven y crean algo, por pequeño que sea.
Las grandes cosas son rechazadas por la inemnsa mayoría. La mayoría de las veces porque las personas ni se molestan en conocerlas.
La magia de ellas la descubren los pocos que saben apreciarlas y valorarlas. O, al menos, se molestan en conocerlas para poder crticarlas.
Enhorabuena Fus!!!!
=)
Genial Lamsfus, genial! Creo que tienes toda la razón del mundo. El artes es algo muy personal, muy subjetivo y, a la vez, susceptible de poder ser compartido y empatizado con todo el mundo. Arte es esta entrada, arte puede ser hasta mi comentario. Yo también odio esa intolerancia y creo que tus argumentos de "defensa" son tan geniales e innegables que a más de uno se le quedarían las palabras atragantadas en la garganta.
ResponderEliminarGenial ^^