jueves, 13 de octubre de 2011

Gueule de bois

Creo que estamos perdiendo la capacidad de sentir.

Que somos seres intertes e inermes que se dedican a dejar los minutos pasar, tranquilamente desde su ventana cerrada, sin dejar que el frío viento nos corte ni un poco la respiración.
Soy partidario de respirar profundamente el aire gélido, de darnos cuenta con esa irritación de lo vivos que estamos, de lo vulnerables que somos.

Respirar hasta que duela la nariz, pique la garganta y tosas. Toser es tan humano. Y estornudar. Y que te lloren los ojos mientras se te cae el moquillo. Sorberse los mocos es natural, deberíamos aprender de los niños.
No sé por qué nos empeñamos en desnaturalizarlo todo, en aparentar que somos autosuficientes. Puta mentira!!! Somos totalmente dependientes, y por más que intentemos evitarlo con el frío tendemos a restregarnos como los pingüinos. Qué graciosos los pingüinos.

Tratamos de parecer murallas, de mostrar que nada nos sorprende y estamos más curtidos que el propio invierno. Pues no, hijo, todos nos resfriamos (especialmente los españoles por el mundo, que nos empeñamos en ir con jersey cuando deberíamos encaparnos como cebollas). Y a todos nos afectan las actitudes de los demás, sus actos, sus palabras. Y a todos nos sorprenden. Dios no quiera que pierda algún día mi capacidad de sorprenderme. Llamadlo inocencia, que no sé si me queda mucha, pero ojalá. Por ejemplo, admito que me duele la cabesota por haber bebido anoche demasiada servesota.

Qué necesidad tenemos de estar todo el día fingiendo que nada nos importa, para ser aceptados socialmente. Otra vez la aceptación social... igual es la sociedad la que tiene unos "estatutos de aceptación" algo trastocados.
Creo que estamos muy equivocados, y que esa frecuente sensación que tenemos de no sentir nada es precisamente todo lo contrario, que sentimos tantas cosas que nuestros cerebros nos son capaces de procesarlas todas y se embotan. Por eso hay que trabajarlo, y tomarse su tiempo preocupándose del mundo, fijándose en las cosas que nos resulten curiosas. No sé, vivir un poco, coño.


Llamadme infantil, pero si ser adulto es hacer como si no sintieras nada, dudo que llegue a serlo nunca.

1 comentario:

  1. ¿Es muy raro que me identifique con todo lo que escribes, o es que hemos pasado demasiado tiempo juntos, o es que Dios los cría y ellos se juntan, o es que...? xD
    Creo que tienes razón con lo de que sentimos más de lo que podemos procesar, y por ello intentamos procesarlo como 'nada'. Quiero ser niña yo también Lams, quiero toser y moquear y pasar frío, y calor y... abandonar esa sensación que nos hemos intentado construir, esa especie de "lugar insonorizado" en el que estar, sólo 'estar', sin existir.
    Joe, y sólo llevas un mes y poco fuera... Ains!
    Qué grande eres!!:)

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